Esa diana del conjunto luso, que llegó de manera agónica en el minuto 92, provocaba que se diera una situación nunca antes vista en la Champions League, como así lo aseguró el estadista Mister Chip: que dos equipos acabaran la fase de grupos empatados a todo.

 

 

Tanto PSG como Benfica ganaron cuatro partidos, empataron dos y no conocieron la derrota, con 16 goles a favor y 7 en contra, y con idéntico resultado, un 1-1, en los dos partidos en los que ambos se enfrentaron. 

 

Así que hubo que acudir al criterio de desempate de los goles anotados fuera de casa. Y ahí, los seis que el Benfica convirtió en Israel en esta última fecha fueron claves. Primero porque le permitieron igualar en el total de goles con el PSG, y, segundo y definitivo, porque gracias a ellos superaron al conjunto parisino en las dianas conseguidas a domicilio (9-6), arrebatándoles en el último suspiro la primera plaza del grupo al gran favorito.