GUAYAQUIL, Ecuador.- Universidad Católica debía jugar mañana domingo a las 12:00 con el Delfín en el Jocay de Manta, una de las ciudades más golpeadas por el terremoto de 7.6 grados que afectó en la tarde-noche a Ecuador. 

La delegación, que tomó un vuelo de Tame en el aeropuerto de Tababela arribó a la terminal aérea de Manta. Apenas llegó, empezaron los sobresaltos, según le contó el capitán del equipo: "Estábamos por aterrizar y de golpe se apago la luz. Luego empezamos a sobrevolar nuevamente el aeropuerto y nos dijeron que no podíamos aterrizar ahí ni en ninguna otro zona aledaña" dijo Cristián Álvarez.

La nave, en la que también viajaban los árbitros del compromiso ante el Delfin fue regresada a Quito. Recién ahí -dice Martínez- los jugadores y cuerpo técnico pudieron enterarse de la gravedad de los hechos. Muchos de los futbolistas se agobiaron al saber que Esmeraldas era otra de las provincias afectadas. 

El vuelo aterrizó en Quito a las 19:45. Allí se confirmó que el partido quedaba suspendido, Tal como lo decidió la Ecuafútbol. Los jugadores volvieron a sus casas.

Que Dios proteja a toda nuestra gente, desde acá rezamos x uds Fuerza mi Ecuador

— EnnerValencia (@EnnerValencia14) April 17, 2016

También en otro partido se vió afectado. Los jugadores de River Ecuador y Fuerza Amarilla salieron asustados del estadio Christian Benítez, debido al temblor que se sintió en el país. Estos equipos se enfrentaron por la fecha 12 del campeonato nacional, desde las 17:00. El partido finalizó empatado 1-1. El temblor se sintió una vez finalizado el cotejo. Los jugadores salieron corriendo de los camerinos, debido a la fuerza del sismo. Los futbolistas se quedaron por varios minutos en los espacios abiertos del parque Samanes, donde se ubica el estadio.