CIUDAD DE MÉXICO.- La década de los 90's en el fútbol mexicano fue marcada por un equipo que lo ganó absolutamente todo y que dejó una huella profunda en la historia del balompié azteca, los Rayos del Necaxa y en gran parte esto se lo deben a un ecuatoriano que le dio todo a este club, Álex Darío Aguinaga, quien no tenía planeado jugar para los rojiblancos.

Corría el año de 1989 cuando el volante ecuatoriano,  se subió en un avión con rumbo a México para continuar su carrera futbolística. Minutos antes de subir, un periodista le hizo un reportaje vistiendo la playera del América, a pesar de que su destino final sería completamente diferente.

Cuando el Técnico de la LDU de Quito bajó de aquel avión, no era la Directiva del América quien esperaba al ecuatoriano, sino los directivos de los “Rayos”, que ya lo esperaban para enfundarlo en la casaca rojiblanca y a pesar de que se pensaba que vendría para jugar para las “Águilas”, terminó convirtiéndose en uno de los jugadores más recordados del Club Necaxa y uno de los mejores extranjeros que han venido a jugar a México.