Comencemos por remontarnos al año 2000, cuando la sociedad del capitán merengue adquirió al sureste de Madrid, en varias tandas, unas tierras destinadas a la construcción de un plan residencial que contemplaría unas 22.000 viviendas - la primera fase hasta completar 196.651 m2 y otros 334.394 m2 en la segunda- Allá por julio del 2006, el gobierno municipal del por entonces presidente de la Comunidad madrileña y luego Alcalde de la capital española, Alberto Ruiz Gallardón, muy cercano amigo del presidente Florentino Pérez y asiduo asistente al palco del Santiago Bernabéu, dio el visto bueno a la urbanización de esa zona adquirida por Sergio Ramos y su empresa Sermos 32 S.L.

 

Dichos terrenos fueron tasados en 65 millones de euros en el año 2010. Tres años más tarde, el gobierno de la Comunidad de Madrid aprobó modificar el plan original y después el gobierno de la nueva Alcaldesa Manuela Carmena dio el visto bueno a la construcción de las programadas 22.000 viviendas. 

 

Sin embargo, el primer pago del crédito, unos 12 millones de euros, se tenía que hacer en noviembre de 2018. Sin embargo, como no se había comenzado a construir, no existían viviendas para vender y por lo tanto, la sociedad no tuvo los ingresos previstos. Al no recibir el primer pago previsto el Banco de Santander, dueño finalmente de la deuda, comenzó el proceso de embargo correspondiente sobre el patrimonio de los Ramos.

 

Para entender este presente, es necesario remontarse a la paralización, por parte de la Alcaldesa de Madrid, del plan general, en septiembre pasado, y su posterior aprobación, en enero de 2019, para iniciar sólo una parte del desarrollo urbanístico a falta del permiso final para la construcción del proyecto general.

 

Posteriores inconvenientes, que incluyen la paralización inicial de las obras, los acotamientos de superficies, del número de viviendas para ser construidas en dichos terrenos y de los tiempos de ejecución, llevó a que Desarrollos Inmobiliarios Los Berrocales S.A. presidida por su padre, José María Ramos García, comenzara a sufrir fuertes pérdidas económicas que terminaron en esta reacción infantil y poco inteligente inútilmente montada por Sergio Ramos.

 

Las premisas parecen cambiar tras una reunión entre el propietario de uno de los palcos más influyentes de España, Florentino Pérez, y el capitán de su entidad y del seleccionado nacional. Más aún, si tenemos en cuenta que el mando de la política madrileña ha vuelto a cambiar de manos este pasado fin de semana tras las elecciones autonómicas, se comprende mucho más la razón por la cual Sergio Ramos, como lo ha juramentado enfáticamente ayer, jugaría gratis. Sí, ahora Sermos 32 se queda definitivamente en el Real Madrid.