MILÁN, Italia.- Un año, apenas eso, fue lo que estuvo Zlatan Ibrahimovic en el Barcelona. Fue entre el 2009 y el 2010, posiblemente en el mejor momento de su carrera, sin embargo el sueco nunca terminó de encajar en la filosofía de Pep Guardiola y así fue que su salida resultó algo traumática.

 

 

Fichado en julio de 2009 por más de 80 millones de dólares, en aquel entonces Zlatan había dicho que "sólo un club puede conseguirme y ese es el Barcelona, el mejor club del mundo". Aunque después de 29 partidos, todo cambió.

 

Aquellos años fueron también los de la consolidación de Lionel Messi, la estrella naciente a la que Guardiola decidió darle el poder total del equipo incluso por encima del sueco, un golpe directo al enorme ego de este futbolista que hoy, a los 40 años, se niega a retirarse.

 

¡Cavani aún no tiene equipo!

@ECavaniOfficial fue visto en Madrid y aclaró los rumores sobre su futuro.

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— Telemundo Deportes (@TelemundoSports) August 22, 2022

 

Relegado en las pretensiones del entrenador, el Zlatan decidió confrontar. "Con todo respeto, entiendo tu punto de vista, pero me estás sacrificando en favor de otros jugadores. Esto no está funcionando, es como si te compras un Ferrari pero lo conduces como un Fiat". 

 

Un puñado de partidos después, tras haber sido suplente contra el Villarreal, la salida terminó de desencadenarse. "¡No tienes huevos, te cagas enfrente de Mourinho, puedes irte al infierno!", le dijo el sueco al catalán en el vestuario, en el diálogo definitorio antes de su salida al Milan.