Sáb.Mar.25 11:30 PM EDT
Martín Onti: Oikos y la tragedia griega
MADRID, España.- La operación llevada a cabo por la Policía Nacional en búsqueda de los verdaderos culpables del amaño de partidos en el fútbol español, lleva un nombre griego: Oikos. En ese idioma el significado de Oikos es ‘Casa’. Del griego provienen históricamente también la comedia y la tragedia, la alegría y la tristeza que expone la vida recreando la actuación de personajes y protagonistas con capacidad para interpretar papeles creíbles, propios de cada día, de esos que son reproducidos en cualquier pueblo, en la normalidad de cualquier hogar.
La investigación que ha conmocionado esta semana al mundo deportivo internacional, tiene data de origen en un encuentro de la Segunda División de la temporada 2017/2018. Aquel 27 de mayo corría el minuto 72 en El Alcoraz -el estadio del Huesca- cuando el nigeriano Ikechukwu Uche marcaba el gol que le daría el triunfo, contra todo pronóstico, al colero de la división de plata de aquella campaña, el Nástic de Tarragona, frente a un Huesca ya ascendido a la categoría máxima del fútbol español.
Por entonces, los medios utilizados no pasaron de bloquear ese resultado en algunas casas de apuestas e iniciar una investigación paralela y secreta, que hoy llega a la detención de algunos actores principales de lo que parecía una comedia hoy devenida en tragedia.
Existen hoy unas 25 personas implicadas en el amaño de partidos dentro de la denominada operación Oikos –por ahora es un número tentativo- entre los que se encuentran detenidos varios futbolistas, o exfutbolistas, como Raúl Bravo, aquel internacional que supo jugar en el Real Madrid; Borja Fernández, del Real Valladolid; Carlos Aranda, exjugador de varios equipos de Primera División; Samuel Saiz Alonso, jugador del Getafe, e Íñigo López Montaña, jugador del Deportivo de La Coruña y exjugador del Huesca. Además de dirigentes como el presidente del Huesca, Agustín Lasaoza, y el médico de la entidad oscense Juan Carlos Galindo.
Tal como en la tragedia, se trata de un tema serio que deberá ser aceptado como un episodio conflictivo en la vida de una persona, en la cual, y como en la dramaturgia griega, muchas veces la vida y la muerte están en manos del destino que les toca enfrentar.
En la antigüedad, los protagonistas de la tragedia solían seres dignos de imitación, representando valores de una sociedad donde los personajes eran, por lo general, hombres nobles, héroes o semidioses. En esta cruel actualidad, los culpables, en cambio, deberán asumir que lo que les toca es asumir su simple rol de mortales en un caso en que las detenciones no han hecho más que iniciar la búsqueda de un apropiado final.
Martín Onti