MADRID, España.- En plena crisis por el coronavirus, eliminado de la Supercopa de España en la semifinal, eliminado de la Copa del Rey por un equipo de Segunda B, en octavos de Champions League de milagro y a siete puntos del Atlético de Madrid en LaLiga que pueden ser 10. 

La realidad no se puede maquillar y el Real Madrid atraviesa una crisis deportiva que también se extiende a lo institucional.

La hinchada merengue está cada vez más en contra de Zinedine Zidane, quien no gana para disgustos y no podrá sentarse en el banquillo contra el Alavés tras haber dado positivo por Covid. 

Al francés se le acusa de no ser autoritario y de no gestionar bien la plantilla de la que dispone. Con Odegaard en la rampa de salida y con Luka Jovic demostrando lejos del Bernabéu que sí tiene gol, Zidane sigue priorizando a su vieja guardia de siempre y no da con la tecla de los más jóvenes. 

El Real Madrid prepara su partido con más dudas que certezas 

Además, el emblema y capitán Sergio Ramos continúa sin renovar a pocos meses de que se le acabe el contrato; y la pandemia ha repercutido negativamente en las arcas del club, poniendo en riesgo la estrategia de Florentino de fichar este próximo verano a Kylian Mbappé. 

Los blancos tampoco andan sobrados de gol y otro nombre como el de Erling Haaland también se antoja complicado económicamente hablando. 

El Real Madrid ha echado por la borda dos competiciones en una semana. Zidane y los suyos se agarran a LaLiga y también a la Champions, pero las sensaciones presagian que será la primera temporada sin títulos de los blancos desde la temporada 2009-2010.

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