Y es que los blaugranas son conscientes de que, a pesar del golpe asestado al eterno rival en su propia casa, la diferencia ahora de 12 puntos sigue siendo prácticamente imposible de recuperar. Es cierto que el Barça tiene un partido pendiente contra el Rayo que, de ganarlo, situaría a los de Xavi a 9 unidades. A tres partidos de diferencia. Tres derrotas que debería sufrir el Real Madrid en los nueve partidos que le restan. 

 

 

Es decir, los de Ancelotti tendrían que perder en estas nueve jornadas que les faltan exactamente el mismo número de partidos que han perdido en las 29 que llevan disputadas hasta la fecha. Y eso contando con que los azulgranas lo ganen todo. Lo dicho, prácticamente imposible. 

 

¿A qué se aferra el Barcelona? Pues al calendario que se le viene encima al Real Madrid, más exigente que el de los azulgranas. Y es que a los merengues les quedan cuatro partidos en casa y cinco a domicilio, algunos de ellos de lo más complejos, pues tienen que visitar el estadio del Sevilla y el del Atlético de Madrid.

 

Aun así, con la ventaja que tiene el Real Madrid, en el Barcelona saben que necesitan un milagro para ganar esta Liga, pero no pierden la fe. Como dice Dani Alves, “nos están dejando soñar, y soñar es gratis”.