MADRID, España. - Thibaut Courtois, portero del Real Madrid es un amante de los autos de lujo y en su colección presume un Ferrari, un Lamborghini y un Audi.

 

Así que previo al duelo ante Real Sociedad, el belga decidió ir al entrenamiento en su lujoso Rolls-Royce valuado en 400 mil dólares, pero cuál sería su sorpresa ya que al salir simplemente el auto no arrancó.

Y es que mientras el también guardameta de la Selección de Bélgica veía como todos sus compañeros se marchaban, él tuvo que optar por llamar a servicio de grúa.

 

Por lo que finalmente, Courtois tuvo que regresar a casa en un Audi Q7 50 de color gris, el cual como es habitual les es otorgado por la marca a cada jugador del Real Madrid por contrato de patrocinio.