LA CORUÑA, España.- El Deportivo de La Coruña sigue jugando con fuego en este final de liga después de caer en su estadio ante un Espanyol que no se jugaba nada (1-2).

Los gallegos tendrán que sufrir en las últimas dos fechas para certificar una permanencia que se les está resistiendo con tres derrotas y un empate en los últimos cuatro encuentros. Son cincos los puntos que les separan del Sporting de Gijón, 18º clasificado, y seis unidades por disputar. 

Los de Pepe Mel entregaron la primera mitad. Se fueron al descanso 0-2 en el marcador gracias a los goles de Baptistao en el 14' y de Gerard Moreno en el 29'.

No despertarían hasta el segundo tiempo, cuando Andone descontaría en el 47' y se iría con todo a por el empate el Deportivo. Con más ímpetu que éxito, los gallegos estrellarían un balón en el larguero que impidió el empate. 

Así, los pericos se van con un botín de Riazor que no les sirve más que para alimentar su moral en este tramo final de Liga, mientras que condenan al Deportivo al sufrimiento de tener que certificar una permanencia que se les resiste.