COLÓN, Panamá.- Con alabanzas cristianas y vestidos con camisetas azules del club de fútbol Árabe Unido, varios centenares de personas se congregaron en un estadio para despedir este miércoles al jugador de la selección panameña, Amílcar Henríquez, acribillado a tiros el fin de semana en esta provincia caribeña.

 

 

 

Las autoridades judiciales ordenaron la detención provisional para una persona de 19 años y tres menores de edad sospechosos de causar la muerte a Henríquez y de otro hombre y herir a un tercero. Otras cuatro mujeres detenidas después del crimen fueron liberadas aunque tendrán que firmar ante las autoridades cada tiempo y permanecer en la provincia mientras se desarrollan las investigaciones.

 

El asesinato de Henríquez, quien integraba la selección que disputa las eliminatorias al Mundial de Rusia, fue el más impactante de una veintena de crímenes que involucran a futbolistas en las últimas dos décadas en el país. Las autoridades no han informado sobre los motivos del asesinato contra el volante, que jugaba para el Árabe Unido de Colón.

 

"Duele porque no era la manera (de perder la vida)", dijo el jugador de ese club Nelson Barahona. "Lo queremos mucho, lo vamos a extrañar", agregó llorando.

 

 

Una pareja llegó al sepelio en el Estadio Armado Dely Valdés con dos globos gigantes con el número "21". Había un cartel en las gradas con la frase "Siempre contigo, AUC", las siglas del club colonense.

 

El presidente Juan Carlos Varela estuvo en el acto, así como el director técnico de la selección nacional, el colombiano Hernán Darío Gómez.

 

"Colón representa un desafío en este momento", admitió Varela, cuyo gobierno prometió combatir las bandas del narcotráfico a las que atribuye buena parte de la criminalidad en la provincia. De acuerdo con informes oficiales, en lo que va del año se han registrado 23 homicidios en Colón.