España ofreció una pobre imagen ante Holanda

Martín Onti: Deshojando la margarita

MADRID, España.- A nadie le puede resultar extraño este comportamiento futbolístico de la Selección de España. A nadie que haya seguido al conjunto de Vicente del Bosque tras la abdicación de Luis Aragonés, le produciría sorpresa ver estas actuaciones tan alejadas de aquel juego que embelezara al mundo no hace mucho tiempo atrás. Sin embargo, las cosas han cambiado en ‘La Roja’ y hoy, este equipo no es ni siquiera la burda imitación de la peor España de la última década. 

Muchos se preguntan las razones de este cambio, y también muchos se contestan desde las más diversas respuestas que puede tener el análisis del fútbol que practica el seleccionador español en la actualidad.

Algunos cargan contra la pasividad de un estratega que había asumido la continuidad de un grupo armado por el desaparecido Sabio de Hortaleza, y que sólo necesito de saber reconducir la maquinaria que ya se había consolidado bajo la tutela de Aragonés. Otros, varían el motivo del bajón futbolístico y lo orientan al abandono del grupo de hombres claves en el andamiaje español. Los de menos peso en las culpas, lo achacan al aburguesamiento de algunos jugadores y al lógico hastío del haberlo ganado todo.

No sería bueno descartar las posibilidades mencionadas en el párrafo anterior, porque seguramente la mediocridad de este juego que muestra España en la actualidad tiene que ver en algo con las tres alternativas, sin embargo, la mejor apreciación que se podría hacer es ir directamente al origen que se juzgue conveniente, dependiendo del argumento que cada cual justifique razonablemente. En mi opinión personal, la salida de Xavi Hernández y Xabi Alonso del conjunto de Vicente del Bosque, han sido esenciales para esta disminución en la capacidad de generar fútbol de quienes supieron ser Campeón de Europa y del Mundo marcando época a gran altura de juego.

En el contexto grupal, el vacío de lectura, mando, y ejecución que dejaron Hernández y Alonso aún deambula en la incertidumbre devenida certeza de no haber encontrado reemplazantes idóneos para ellos. A partir de este punto de partida llegan los demás vectores que confinan a España a ser ahora un equipo más del montón, y en esa estamos ahora tras la caída ante la Holanda de Guus Hiddink.

No valdría la pena señalar en la derrota a los debutantes, ni a las alineaciones indebidas de Del Bosque, menos a la falta de motivación de los habituales en la plantilla roja, ni tampoco que se jugaba un amistoso. Esto es cuestión de actitudes que el alma no deja traducir en su verdadero significado vivencial, y que también ocurre en el fútbol.

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