MADRID, España.- Lucía Rodríguez (Madrid, 24 de mayo de 1999) es una de las capitanas de la Selección española sub 17 y además es una de las más experimentadas en cuanto a torneos de gran envergadura. De hecho, Lucía puede presumir de haber jugado los Europeos de 2015 –en el que España quedó campeona– y 2016 –donde perdieron la final con Alemania en los penales.

 

Lucía pone la disciplina y el orden táctico en la defensa española. Sus ídolos son Verónica Boquete y Sergio Ramos. A la primera la admira por su pasión por el deporte y, a pesar de que no comparte posición con la número 9 de la selección de mayores de España, cree que el trabajo y la humildad que tiene son muy positivas para el fútbol femenino. 

 

Y a Sergio Ramos, que juega en una posición similar a la suya, lo admira porque “es un jugador polivalente, muy completo y tácticamente”.

Hoy vuelta a los entrenamientos con la @SeFutbol para seguir preparando el Mundial de Jordania pic.twitter.com/UT88CZ9fvz

— Lucía Rodríguez (@luciarh_24) August 29, 2016

Sueño mundialista

 

“¿Que cuántas veces nombro al día ‘Jordania’? Dos o tres veces al menos… Estas vacaciones era escandaloso. Al final lo único que estás deseando es que se acaben para jugar el Mundial”, reconoce.

 

Además, España llegará a tierras jordanas con la etiqueta de favorita por su condición de potencia europea y de subcampeona mundial de la categoría en Costa Rica 2014.

 

“Seguramente ganarnos va a ser un plus para las demás selecciones, pero es algo a lo que nos tenemos que acostumbrar y conseguir que nos motive. Decirnos a nosotras mismas ‘si somos favoritas, vamos a demostrar por qué lo somos’. Y jugar incluso mejor”.

 

¿Y cómo se imagina Lucía su primer Mundial? “Ufff… Prefiero no ir con una idea fija previa, pero va a ser brutal”. La cara se le ilumina. “He hablado con chicas que estuvieron en Costa Rica y me han dicho que ha sido la mayor experiencia futbolística que han tenido. Que es difícil de explicar, pero que lo aproveche al máximo y disfrute cada minuto que esté allí”.

 

Lucía y sus compañeras están más que dispuestas a seguir el consejo… y a volver con el trofeo de campeonas. “Hay que tener calma y no querer correr. Primero pasar la fase de grupos, que no va a ser fácil, luego a ver con quién toca en los cruces… Decir ‘vamos a por el Mundial’ suena muy grande, pero al final, yo voy al Mundial a ganarlo. Si no, ¡no iría!” Así, además, esas vacaciones ‘sacrificadas’ habrán valido, y mucho, la pena”.