Tras haber disputado todas las Copas Mundiales de Beach Soccer de la FIFA, Japón partía como favorita para obtener sin problemas su billete a Portugal 2015 y ceñirse su tercera corona asiática. Los Samuráis Azules vencieron en todos sus compromisos de la liguilla frente a Kuwait, Vietnam y China, antes de eliminar a Bahréin en cuartos de final. En la penúltima ronda, se impusieron con dificultades a Irán (5-4) en un partido que se presentaba como una final anticipada, sellando así el pasaporte para su octava fase final mundialista. En cambio, su séptima presencia en una final del Campeonato de Asia de Fútbol Playa se saldó con una derrota en los penales ante la sorprendente Omán.

 

 

El éxito japonés en el Campeonato de Asia tuvo como grandes artífices al capitán Ozu Moreira y a Goto Takasuke, autores de 8 dianas cada uno (es decir, más de la mitad de los goles de su selección). El entrenador brasileño Marcelo Mendes ha proseguido con la labor que inició Ruy Ramos, permitiendo revelarse al máximo nivel a hombres como Oda Hirofumi, Teruki Tabata y el portero Shingo Terukina.

 

 

Japón ha jugado todas las Copas Mundiales de Beach Soccer de la FIFA desde la primera edición, que concluyó en 4ª posición. Posteriormente, los Samuráis azules sufrieron varias eliminaciones en la primera fase hasta Dubai 2009, donde llegaron a cuartos de final. Tras las tres derrotas seguidas que encadenaron en Rávena 2011, los nipones se desquitaron en Tahití 2013, donde cayeron por la mínima (3-4) en cuartos ante Brasil.