MADRID, España.- Esta semana el fútbol europeo inicia la cuenta atrás rumbo a la final en Berlín, el venidero 6 de junio, de la Champions League. Cuatro equipos se medirán en las Semifinales del torneo más prestigioso del mundo a nivel de clubes, y a nadie cercano al fútbol se le podría pasar por alto esta etapa tan llena de ilusiones para las cuatro instituciones más preparadas en la actualidad para dirimir el título en cuestión.

El vigente Campeón, el Real Madrid, intentará defender la ‘Orejona’ frente a los piamonteses de la Juventus en Torino, donde se juega el encuentro de ida, y luego en el Santiago Bernabéu cerrar la faena ante la ‘Vecchia Signora’ de Allegri.

No es fácil la empresa para los de Ancelotti, pero, mientras se tenga la posibilidad abierta de ganar la Liga con Cristiano Ronaldo en papel de conseguir logros como su máxima ambición personal, la fuerza y el carácter de Sergio Ramos creciendo como futbolista, la ubicuidad de Iker Casillas en portería, y la inteligencia táctica de Toni Kroos en el mediocampo, todo será posible para los madrileños.

En la acera de enfrente, porque el Barcelona siempre estará en la línea opuesta al Madrid, el Camp Nou albergará la ida de la otra semifinal entre catalanes y el Bayern Múnich de Josep Guardiola a la espera de la vuelta en Alemania.

Los germanos de Pep llegan disminuidos por lesiones y, aunque hayan ganado la Bundesliga con holgura, el conjunto muniqués no alcanza a convencer con su juego, algo que, por el contrario, ha ido mejorando la escuadra azulgrana de Luis Enrique. El acercamiento, o la paz firmada, del técnico asturiano con Lionel Messi ha provocado un cierto bienestar del que se ha hecho eco el equipo y la tranquilidad reina en Can Barça desde la revuelta de Anoeta.

Se avecinan martes y miércoles de Champions League que huele bien por estos pagos. Europa queda en vilo y a la espera de esas sensaciones encontradas que nos hacen imaginar combinaciones que pongan a los dos participantes españoles en Berlín. Es tiempo de fútbol al más alto nivel. La buena cena está servida.